| ¿OFENDE A DIOS QUIEN CONVERSA DENTRO DE CUALQUIER IGLESIA CATÓLICA? La respuesta es SI, y si no me creen, lean esto ... "Un ejemplo memorable nos enseña cómo las conversaciones en los lugares santos desagradan a Dios. En un Monasterio Cistercense, llamado San Salvador, dos jovencitas se consagraron a Dios. Fueron colocadas en el coro una al lado de la otra. La primera, Gertrudis, aunque muy piadosa, tenía el defecto de la charlatanería, y a menudo quebrantaba el silencio: Lo que le ocasionó un severo castigo después de la muerte. Una enfermedad se la llevó relativamente joven. Ahora bien, una tarde, en que las religiosas estaban congregadas en aquella Iglesia, apareció delante del altar, hizo la genuflexión acostumbrada, y se fue a sentar al lado de Margarita, su compañera de entrada en religión y de charlas, sin ser notada por ninguna otra religiosa. Ante esta visión Margarita se llenó de pavor, se puso temblorosa y a punto de desfallecer. Le rodearon, le preguntaron qué malestar sentía y le prodigaron muchos cuidados. Entonces comenzó a contar lo que le había sucedido. La difunta «dijo ella» al terminar el oficio de vísperas, se había inclinado y había desaparecido. Pues bien, la Madre superiora creyendo que todo aquello no era más que el fruto de una imaginación turbada o alguna ilusión del demonio, le dijo: "si Gertrudis se te aparece de nuevo, le pedirás te diga de dónde viene y qué es lo que quiere". Al día siguiente, a la misma hora, regresó la difunta. Margarita la espetó: ¡BENEDICITE!. DOMINUS respondió la visitante. Mi querida hermana Gertrudis «prosiguió Margarita» ¿de dónde vienes y qué es lo que quieres? Yo vengo «dijo ella» a satisfacer a la Justicia Divina en el mismo lugar en donde pequé junto contigo, puesto que aquí quebranté muchas veces el silencio y lo hice quebrantar. El soberano Juez quiere que aplaque su divina justicia en el mismo sitio y en las mismas circunstancias en que lo ofendí. ¡Oh, si supieras cómo sufro! Estoy completamente rodeada de llamas: Sobre todo, mi lengua se consume y es abrasada, sin que pueda encontrar el menor alivio. Aprovéchate de mi experiencia: pon freno a tus palabras; olvídate del mal ejemplo que te di y no influencies (mal) a otras personas, porque te esperaría un suplicio parecido al mío. Esto fue todo por aquel día. En muchas ocasiones ella volvió para pedir ayuda a las religiosas, hasta que completó la pena, abreviada en virtud de las oraciones de auxilio. Su última visita fue para expresarle a su amiga un tierno Adiós ya que abandonaba el Purgatorio para marcharse al Cielo. Este cúmulo de emociones conmovió de tal manera a Margarita que enfermó y estuvo al borde de la muerte. Sin embargo, recuperó la salud y vivió todavía muchos años. Durante esta enfermedad, en medio de una especie de éxtasis, y con una intención muy concreta; le fueron reveladas cosas admirables de la otra vida. Sobra decir que, de allí en adelante, todas las monjas se esmeraron más y más en tomar la senda valerosa de la mortificación de los sentidos. MORALEJA Vigilemos también nosotros nuestra lengua y tengamos mucho respeto por los lugares santos. No caigamos en la disipación si es que no queremos sufrir por mucho tiempo y con mucha intensidad las penas del Purgatorio". |
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